09.10.2010, 12:56
Rodríguez Cáceres, Ricardo
Cuba 1862 - 1918
En el sepulcro
Las matas de jazmín y de diamela
del jardín de tu patio, aquí transplanto;
porque esas flores que cuidabas tanto,
no verlas junto a ti me desconsuela.
Aquí al menos mi pecho no recela
de que marchiten su florido encanto;
siempre en la tierra que humedece el llanto
viven las plantas cuando un alma vela.
Solas en el hogar languidecían,
porque eras tú con tu color y riego,
la ninfa de la fuente, el sol de fuego
que en sus tallos y vástagos nutrían,
y tendrán nueva savia en tus despojos
cuando estén mustios de llorar mis ojos.
Cuba 1862 - 1918
En el sepulcro
Las matas de jazmín y de diamela
del jardín de tu patio, aquí transplanto;
porque esas flores que cuidabas tanto,
no verlas junto a ti me desconsuela.
Aquí al menos mi pecho no recela
de que marchiten su florido encanto;
siempre en la tierra que humedece el llanto
viven las plantas cuando un alma vela.
Solas en el hogar languidecían,
porque eras tú con tu color y riego,
la ninfa de la fuente, el sol de fuego
que en sus tallos y vástagos nutrían,
y tendrán nueva savia en tus despojos
cuando estén mustios de llorar mis ojos.