28.09.2010, 16:03
Martínez Villergas, Juan
Spanien 1817 - 1894
Un día, y no por cierto muy remoto,
en un congreso con afán urgente,
tratose de elegir un presidente
sin intriga, sin riña ni alboroto.
Yo que allí estaba atisbo y ando y troto
cuento, gracias a ser tan diligente,
con la unanimidad de aquella gente,
y ¿qué vine a sacar? Un solo voto.
«Ese voto, me dio un gran juramento,
fue el mío», y lo juro por el bautismo;
y otro tanto escuché de más de ciento.
Pero aunque me lo tachen de egoísmo,
quiero decir para acabar el cuento,
que había yo votado por mí mismo.
Spanien 1817 - 1894
Un día, y no por cierto muy remoto,
en un congreso con afán urgente,
tratose de elegir un presidente
sin intriga, sin riña ni alboroto.
Yo que allí estaba atisbo y ando y troto
cuento, gracias a ser tan diligente,
con la unanimidad de aquella gente,
y ¿qué vine a sacar? Un solo voto.
«Ese voto, me dio un gran juramento,
fue el mío», y lo juro por el bautismo;
y otro tanto escuché de más de ciento.
Pero aunque me lo tachen de egoísmo,
quiero decir para acabar el cuento,
que había yo votado por mí mismo.