25.09.2010, 09:37
Hernández Miyares, Enrique
Cuba 1859 - 1914
Poncio Pilatos
Ya de regreso en Roma, se pasea
por el Foro, Pilatos, distraído,
cuando un nombre que al paso hirió su oído
despierta en él aletargada idea.
¡Ah!, sí -dijo- recuerdo la ralea
que lo seguía hasta el pretorio erguido...
Un tal Jesús, en Nazaret nacido,
cabeza de motín, muerto en Judea.
Aquel rabino, humilde y misterioso,
perturbador del orden, sospechoso,
su nombre al culto dio de esos cristianos.
¡Jesucristo! Persiste en mí su historia
y mi fallo indeciso en la memoria:
¡se impuso el pueblo y me lavé las manos!
Cuba 1859 - 1914
Poncio Pilatos
Ya de regreso en Roma, se pasea
por el Foro, Pilatos, distraído,
cuando un nombre que al paso hirió su oído
despierta en él aletargada idea.
¡Ah!, sí -dijo- recuerdo la ralea
que lo seguía hasta el pretorio erguido...
Un tal Jesús, en Nazaret nacido,
cabeza de motín, muerto en Judea.
Aquel rabino, humilde y misterioso,
perturbador del orden, sospechoso,
su nombre al culto dio de esos cristianos.
¡Jesucristo! Persiste en mí su historia
y mi fallo indeciso en la memoria:
¡se impuso el pueblo y me lavé las manos!