25.09.2010, 09:19
Tristes memorias
Amigo Doris, cuando el cielo santo
de Fela hermosa a mi sabor veía,
todo a mi vista plácida reía
porque gozaba su amoroso encanto.
Mas la noche eternal tendió su manto,
y mi lira infeliz desde aquel día,
en vez del dulce acento que solía,
canta pesares y respira llanto.
Las aves, y las flores, y las plantas,
testigo fueron ¡ay! de los favores,
de las célicas dichas, y de cuantas
gracias me prodigó, y ora las flores,
las plantas, y las aves, otras tantas
tristes memorias son de mis amores.
Amigo Doris, cuando el cielo santo
de Fela hermosa a mi sabor veía,
todo a mi vista plácida reía
porque gozaba su amoroso encanto.
Mas la noche eternal tendió su manto,
y mi lira infeliz desde aquel día,
en vez del dulce acento que solía,
canta pesares y respira llanto.
Las aves, y las flores, y las plantas,
testigo fueron ¡ay! de los favores,
de las célicas dichas, y de cuantas
gracias me prodigó, y ora las flores,
las plantas, y las aves, otras tantas
tristes memorias son de mis amores.