18.09.2010, 08:58
Plácido
Cuba 1809 - 1844
A una ingrata
Basta de amor, si un tiempo te quería,
ya se acabó mi juvenil locura,
porque es, Celia, tu cándida hermosura
como la nieve, deslumbrante y fría.
No encuentro en ti la extrema simpatía
que ansiosa mi alma contemplar procura,
ni entre la sombra de la noche oscura,
ni a la espléndida faz del claro día.
Amor no quiero como tú me amas,
sorda a mis ayes, insensible al ruego;
quiero de mirtos coronar con ramas
un corazón que me idolatre ciego;
quiero abrazar una mujer de llamas,
quiero besar una mujer de fuego.
Cuba 1809 - 1844
A una ingrata
Basta de amor, si un tiempo te quería,
ya se acabó mi juvenil locura,
porque es, Celia, tu cándida hermosura
como la nieve, deslumbrante y fría.
No encuentro en ti la extrema simpatía
que ansiosa mi alma contemplar procura,
ni entre la sombra de la noche oscura,
ni a la espléndida faz del claro día.
Amor no quiero como tú me amas,
sorda a mis ayes, insensible al ruego;
quiero de mirtos coronar con ramas
un corazón que me idolatre ciego;
quiero abrazar una mujer de llamas,
quiero besar una mujer de fuego.