12.09.2010, 15:27
Quien mucho abarca
A todo me arriesgué: corrí impaciente
-me dijo un luchador- tras de la fama...
¿Por qué al son de su trompa no me aclama?
¿Por qué no baja a coronar mi frente?
Abarqué demasiado... Ciegamente
tracé a mi vida tan audaz programa,
que intenté de la ciencia hacer mi dama
y del arte un amigo complaciente.
Subí del Parlamento a la tribuna,
de la justicia me asomé al estrado,
pesqué con caña, enamoré a la luna...
Y, al liquidar mi cuenta, aun no he logrado
que me haya dicho a solas la fortuna
si soy un vencedor... o un fracasado.
A todo me arriesgué: corrí impaciente
-me dijo un luchador- tras de la fama...
¿Por qué al son de su trompa no me aclama?
¿Por qué no baja a coronar mi frente?
Abarqué demasiado... Ciegamente
tracé a mi vida tan audaz programa,
que intenté de la ciencia hacer mi dama
y del arte un amigo complaciente.
Subí del Parlamento a la tribuna,
de la justicia me asomé al estrado,
pesqué con caña, enamoré a la luna...
Y, al liquidar mi cuenta, aun no he logrado
que me haya dicho a solas la fortuna
si soy un vencedor... o un fracasado.