12.09.2010, 11:41
La traición
¿No lo ves? Ahí está: la tierra dura
cubre el oprobio de su polvo inerte;
preso por las cadenas de la muerte,
al fin lo encarceló la sepultura.
Míralo bien, porque su sombra oscura
la negra mancha de su vida advierte,
y hoy quién sabe ¡infeliz! si en justa suerte
todo el rigor de la desdicha apura.
No los nombres; no vive, y no nos toca
abrir su historia, que al olvido incita
y a dolorosa reflexión provoca.
Lleva en su fama la sentencia escrita;
la palabra traición guarda en tu boca,
porque si la pronuncias resucita.
¿No lo ves? Ahí está: la tierra dura
cubre el oprobio de su polvo inerte;
preso por las cadenas de la muerte,
al fin lo encarceló la sepultura.
Míralo bien, porque su sombra oscura
la negra mancha de su vida advierte,
y hoy quién sabe ¡infeliz! si en justa suerte
todo el rigor de la desdicha apura.
No los nombres; no vive, y no nos toca
abrir su historia, que al olvido incita
y a dolorosa reflexión provoca.
Lleva en su fama la sentencia escrita;
la palabra traición guarda en tu boca,
porque si la pronuncias resucita.