12.09.2010, 11:40
Jaime el barbudo
Aquí está Jaime Alfonso, aquel barbudo
de mano dura y corazón valiente,
que para hacer a la justicia frente,
su propio pecho convirtió en escudo.
De todo amparo y protección desnudo
se proclamó señor de Crevillente,
y aun vive en la memoria de la gente
lo que su brazo valeroso pudo.
Hombre de convicción, tuvo ideales,
principios y partido a su manera,
y echó el cimiento del futuro Estado.
Corriente y liberal con sus parciales,
vivir sobre el país fue su bandera;
¿Se puede pedir más?... Pues murió ahorcado.
Aquí está Jaime Alfonso, aquel barbudo
de mano dura y corazón valiente,
que para hacer a la justicia frente,
su propio pecho convirtió en escudo.
De todo amparo y protección desnudo
se proclamó señor de Crevillente,
y aun vive en la memoria de la gente
lo que su brazo valeroso pudo.
Hombre de convicción, tuvo ideales,
principios y partido a su manera,
y echó el cimiento del futuro Estado.
Corriente y liberal con sus parciales,
vivir sobre el país fue su bandera;
¿Se puede pedir más?... Pues murió ahorcado.