12.09.2010, 11:40
Pi
De ti se burlan con fingido asombro
los mismos que, cumpliendo su destino,
de par en par te abrieron el camino
entre desolación, ruina y escombro.
Ya los conoces, aunque no los nombro;
tus precursores son, tal fue su sino;
imponles, pues, su propio desatino,
y que esto acabe al fin manga por hombro.
Hora es ya, Pi; del caos de la ciencia
brillan en ti los últimos destellos,
y no hay sofista que contigo arguya.
Ellos la culpa son, tu la sentencia
déjales los principios para ellos,
y aplástalos: la consecuencia es tuya.
De ti se burlan con fingido asombro
los mismos que, cumpliendo su destino,
de par en par te abrieron el camino
entre desolación, ruina y escombro.
Ya los conoces, aunque no los nombro;
tus precursores son, tal fue su sino;
imponles, pues, su propio desatino,
y que esto acabe al fin manga por hombro.
Hora es ya, Pi; del caos de la ciencia
brillan en ti los últimos destellos,
y no hay sofista que contigo arguya.
Ellos la culpa son, tu la sentencia
déjales los principios para ellos,
y aplástalos: la consecuencia es tuya.