12.09.2010, 11:36
Soberbia
Mira a Dios Lucifer; místicas galas
ante su faz la eternidad despliega
y al punto cubre, pues la luz le ciega,
los ojos con la sombra de sus alas.
«Tú serás Dios si en el poder le igualas»
Se dijo; y fiero, de su Dios reniega,
y hasta el trono inmortal su audacia llega,
y de horror tiemblan las celestes salas.
Hiérele el rayo, y rueda en el abismo,
presa espantosa del dolor eterno,
ángel rebelde de execrable nombre;
revuélvese feroz contra sí mismo,
y removiendo el fuego del infierno,
con él incendia el corazón del hombre.
Mira a Dios Lucifer; místicas galas
ante su faz la eternidad despliega
y al punto cubre, pues la luz le ciega,
los ojos con la sombra de sus alas.
«Tú serás Dios si en el poder le igualas»
Se dijo; y fiero, de su Dios reniega,
y hasta el trono inmortal su audacia llega,
y de horror tiemblan las celestes salas.
Hiérele el rayo, y rueda en el abismo,
presa espantosa del dolor eterno,
ángel rebelde de execrable nombre;
revuélvese feroz contra sí mismo,
y removiendo el fuego del infierno,
con él incendia el corazón del hombre.