11.09.2010, 12:53
Río arriba
Hubo en la triste ruta a que, inclemente,
me condena el destino en sus rigores,
paisajes de ilusiones y de amores
bajo el sol de una edad dulce y riente.
El río de mi vida, que es torrente,
arroyo fue al nacer que regó flores
y se durmió en remansos soñadores
y acarició la arena mansamente.
Hoy triste y fatigada es la jornada;
mas doy alivio a mi alma, que cansada
marcha por el camino señalado,
si venzo de la suerte los empeños,
volviendo, río arriba, con mis sueños
a vivir los recuerdos del pasado.
Hubo en la triste ruta a que, inclemente,
me condena el destino en sus rigores,
paisajes de ilusiones y de amores
bajo el sol de una edad dulce y riente.
El río de mi vida, que es torrente,
arroyo fue al nacer que regó flores
y se durmió en remansos soñadores
y acarició la arena mansamente.
Hoy triste y fatigada es la jornada;
mas doy alivio a mi alma, que cansada
marcha por el camino señalado,
si venzo de la suerte los empeños,
volviendo, río arriba, con mis sueños
a vivir los recuerdos del pasado.