04.09.2010, 10:45
Nodarse, Belisario
Cuba
El obrero
Después de ser para el estéril huerto
preciosísimo germen de primores;
y, esquivando de Febo los ardores
más de un cáliz logro dejar abierto...
Después de levantar seguro puerto
que la fiebre extinguió de mil dolores;
y, a costa de inhumanos sinsabores,
hizo brotar la planta en el desierto...
En su choza infeliz mira el quebranto;
el hambre, el torcedor, la desventura:
¡terrible cuadro de dolor y espanto!
Y, como premio a la misión más pura,
siente en sus tristes párpados el llanto
en la noche sin fin de su amargura.
Cuba
El obrero
Después de ser para el estéril huerto
preciosísimo germen de primores;
y, esquivando de Febo los ardores
más de un cáliz logro dejar abierto...
Después de levantar seguro puerto
que la fiebre extinguió de mil dolores;
y, a costa de inhumanos sinsabores,
hizo brotar la planta en el desierto...
En su choza infeliz mira el quebranto;
el hambre, el torcedor, la desventura:
¡terrible cuadro de dolor y espanto!
Y, como premio a la misión más pura,
siente en sus tristes párpados el llanto
en la noche sin fin de su amargura.