30.08.2010, 09:51
A un poeta
Sublime bardo de la hermosa Antilla
cien veces a tu canto celebrado
frenó su curso el Almendar sagrado,
y sus ninfas danzaron en la orilla.
Ya la sonora lira o la flautilla
agreste toques, dejas admirado
a quien te oye: la voz ya ha cesado
y el eco se deleita en repetilla.
¿Y a quién el privilegio concedido
será de celebrarte; sino alcanza
del fuego que te inspira una centella?
Salve, gloria de Cuba: a ti cedido
es el honor, la eterna remembranza
entre los vates de mi patria bella.
Sublime bardo de la hermosa Antilla
cien veces a tu canto celebrado
frenó su curso el Almendar sagrado,
y sus ninfas danzaron en la orilla.
Ya la sonora lira o la flautilla
agreste toques, dejas admirado
a quien te oye: la voz ya ha cesado
y el eco se deleita en repetilla.
¿Y a quién el privilegio concedido
será de celebrarte; sino alcanza
del fuego que te inspira una centella?
Salve, gloria de Cuba: a ti cedido
es el honor, la eterna remembranza
entre los vates de mi patria bella.