29.08.2010, 09:24
Caro, José Eusebio
Kolumbien 1817 - 1853
Héctor
Al sol naciente los lejanos muros
de la divina Troya resplandecen;
los Griegos a los Númenes ofrecen
sobre las aras sacrificios puros.
Abrese el circo: ya sobre los duros
ejes los carros vuelan, desaparecen;
y al estrépito ronco se estremecen
de la tierra los quicios mal seguros.
Al vencedor el premio merecido
otorga Aquiles: el Olimpo suena
con el eco de triunfo conmovido.
¡Y Héctor, Héctor, la faz de polvo llena,
en brazos de la muerte adormecido,
yace olvidado en la sangrienta arena!
Kolumbien 1817 - 1853
Héctor
Al sol naciente los lejanos muros
de la divina Troya resplandecen;
los Griegos a los Númenes ofrecen
sobre las aras sacrificios puros.
Abrese el circo: ya sobre los duros
ejes los carros vuelan, desaparecen;
y al estrépito ronco se estremecen
de la tierra los quicios mal seguros.
Al vencedor el premio merecido
otorga Aquiles: el Olimpo suena
con el eco de triunfo conmovido.
¡Y Héctor, Héctor, la faz de polvo llena,
en brazos de la muerte adormecido,
yace olvidado en la sangrienta arena!