28.08.2010, 13:41
La muerte del esclavo
Por hambre y sed y hondo pavor rendido,
del monte enmarañado en la espesura,
cayó por fin entre la sombra oscura
el miserable siervo perseguido.
Aún escucha a lo lejos el ladrido
del mastín, olfateando en la llanura,
y hasta en los brazos de la muerte dura
del estallante látigo el chasquido.
Mas de su cuerpo de la masa yerta
no se alzará mi voz conmovedora
para decirle: ¡Lázaro, despierta!
¡Atleta del dolor, descansa al cabo!
Que el que vive en la muerte nunca llora,
y más vale morir que ser esclavo.
Por hambre y sed y hondo pavor rendido,
del monte enmarañado en la espesura,
cayó por fin entre la sombra oscura
el miserable siervo perseguido.
Aún escucha a lo lejos el ladrido
del mastín, olfateando en la llanura,
y hasta en los brazos de la muerte dura
del estallante látigo el chasquido.
Mas de su cuerpo de la masa yerta
no se alzará mi voz conmovedora
para decirle: ¡Lázaro, despierta!
¡Atleta del dolor, descansa al cabo!
Que el que vive en la muerte nunca llora,
y más vale morir que ser esclavo.