28.08.2010, 13:35
A la vejez
Cuando llegan tus años tenebrosos
bañas en llanto el corazón que heriste,
como cubre de escarcha invierno triste
los troncos deshojados y ruinosos.
¿En dónde, en dónde están los venturosos
sueños, que el alma en adorar persiste?
¿Por qué la rosa del placer no existe
y quedaron los tallos espinosos?
¡Oh, noche! Ya desciendes gravemente,
y la nave gentil de la Esperanza
vuelve sin joyas del lejano Oriente!
Y hacia la playa, donde el viento a solas
gime, la hermosa Juventud avanza,
cadáver yerto entre las negras olas...!
Cuando llegan tus años tenebrosos
bañas en llanto el corazón que heriste,
como cubre de escarcha invierno triste
los troncos deshojados y ruinosos.
¿En dónde, en dónde están los venturosos
sueños, que el alma en adorar persiste?
¿Por qué la rosa del placer no existe
y quedaron los tallos espinosos?
¡Oh, noche! Ya desciendes gravemente,
y la nave gentil de la Esperanza
vuelve sin joyas del lejano Oriente!
Y hacia la playa, donde el viento a solas
gime, la hermosa Juventud avanza,
cadáver yerto entre las negras olas...!