28.08.2010, 13:31
Venus
Del bosque umbrío bajo el manto espeso
que la luna alumbraba misteriosa,
en un lecho de musgo hallé a la diosa
dormida del cansancio al dulce peso.
Despertarla intenté de su embeleso
por saber si era tierna cuanto hermosa,
y con blando rozar de mariposa
dejó mi labio en su mejilla un beso.
Más ¡ay! que inmóvil continuó y callada
y viendo yo mi aspiración burlada
junto a la estatua yerta sentí frío;
y aunque seguí admirándola por bella
como el alma inmortal no hallaba en ella
al fin mi admiración se volvió hastío.
Del bosque umbrío bajo el manto espeso
que la luna alumbraba misteriosa,
en un lecho de musgo hallé a la diosa
dormida del cansancio al dulce peso.
Despertarla intenté de su embeleso
por saber si era tierna cuanto hermosa,
y con blando rozar de mariposa
dejó mi labio en su mejilla un beso.
Más ¡ay! que inmóvil continuó y callada
y viendo yo mi aspiración burlada
junto a la estatua yerta sentí frío;
y aunque seguí admirándola por bella
como el alma inmortal no hallaba en ella
al fin mi admiración se volvió hastío.