28.08.2010, 10:54
Fernández Vanga, S.
Puerto Rico
Hacia la sima
¡Treinta años!... Las nubes en el cielo
se espesan más; los seres y las cosas
van tomando ese tinte de las rosas
cuando, marchitas, las reclama el suelo.
Cuanto diera placer, causa develo;
y se han vuelto -por arte misteriosas-
moscardones las áureas mariposas;
cardo la flor, y el entusiasmo, hielo.
Y el mundo sigue su correr, en tanto;
ni amor, ni risa, ni dolor, ni llanto
obstaculizan su fatal jornada.
¡Ay!... Si posible al corazón le fuera
detener, en su espléndida carrera
al Tiempo, que nos lleva hacia la Nada!
Puerto Rico
Hacia la sima
¡Treinta años!... Las nubes en el cielo
se espesan más; los seres y las cosas
van tomando ese tinte de las rosas
cuando, marchitas, las reclama el suelo.
Cuanto diera placer, causa develo;
y se han vuelto -por arte misteriosas-
moscardones las áureas mariposas;
cardo la flor, y el entusiasmo, hielo.
Y el mundo sigue su correr, en tanto;
ni amor, ni risa, ni dolor, ni llanto
obstaculizan su fatal jornada.
¡Ay!... Si posible al corazón le fuera
detener, en su espléndida carrera
al Tiempo, que nos lleva hacia la Nada!