24.08.2010, 10:03
Sonetos íntimos
Lira infeliz en que en pasados tiempos
mi esperanza y mi afán canté dichosa,
y halagüeña a mis sienes ofreciste
tal vez del genio la inmortal corona,
adiós, adiós; a mi existencia unida,
sufre también la suerte que me toca.
Adiós por siempre, juventud que huyes,
noble ambición, imágenes hermosas,
que acaso vi, mi frente coronando
con un laurel de inmarcesibles hojas;
esperanzas de un bien, dichas inmensas,
¡ay! tan inmensa como fuisteis cortas,
quedad todas adiós... ¿Y habéis podido
sin que muriera yo, morir vosotras?
Lira infeliz en que en pasados tiempos
mi esperanza y mi afán canté dichosa,
y halagüeña a mis sienes ofreciste
tal vez del genio la inmortal corona,
adiós, adiós; a mi existencia unida,
sufre también la suerte que me toca.
Adiós por siempre, juventud que huyes,
noble ambición, imágenes hermosas,
que acaso vi, mi frente coronando
con un laurel de inmarcesibles hojas;
esperanzas de un bien, dichas inmensas,
¡ay! tan inmensa como fuisteis cortas,
quedad todas adiós... ¿Y habéis podido
sin que muriera yo, morir vosotras?