21.08.2010, 14:15
A una negra
Ya el matiz del rubor me causa enojos,
de hipócrita virtud mentido sello;
ya no me encantan el nevado cuello,
la tez de rosa y los azules ojos.
Placen de mi capricho a los antojos
de ébano y bronce el maridaje bello,
ondas del mar copiadas en cabello,
labios de fuego trémulos y rojos.
Ven hacia mí, ¡mujer! en dulces lazos
bajo un bosque de palmas y laureles
mi corazón te entregaré a pedazos:
Ven, y tus gracias tímida no veles;
quiero estrecharte en mis amantes brazos...
pero ¡ay! alma del alma, ¡que mal hueles!
Ya el matiz del rubor me causa enojos,
de hipócrita virtud mentido sello;
ya no me encantan el nevado cuello,
la tez de rosa y los azules ojos.
Placen de mi capricho a los antojos
de ébano y bronce el maridaje bello,
ondas del mar copiadas en cabello,
labios de fuego trémulos y rojos.
Ven hacia mí, ¡mujer! en dulces lazos
bajo un bosque de palmas y laureles
mi corazón te entregaré a pedazos:
Ven, y tus gracias tímida no veles;
quiero estrecharte en mis amantes brazos...
pero ¡ay! alma del alma, ¡que mal hueles!