21.08.2010, 14:03
La fuente
Secas las fauces y la planta herida,
del sol de Julio al resplandor ardiente
llegué a la oculta y apacible fuente
donde alguno escribió: -Bebe y olvida.
¡Yo te bendigo, manantial de vida!
dije inclinando el cuerpo a la corriente;
pero a través del agua transparente
viendo tu sombra me alejé en seguida.
Si beber y olvidar era preciso,
entre morir de sed o de quebranto,
elegir lo más dulce el alma quiso:
Pues antes que el recuerdo de tu encanto
diera yo la porción de paraíso
ganada con mi afán y con mi llanto.
Secas las fauces y la planta herida,
del sol de Julio al resplandor ardiente
llegué a la oculta y apacible fuente
donde alguno escribió: -Bebe y olvida.
¡Yo te bendigo, manantial de vida!
dije inclinando el cuerpo a la corriente;
pero a través del agua transparente
viendo tu sombra me alejé en seguida.
Si beber y olvidar era preciso,
entre morir de sed o de quebranto,
elegir lo más dulce el alma quiso:
Pues antes que el recuerdo de tu encanto
diera yo la porción de paraíso
ganada con mi afán y con mi llanto.