21.08.2010, 14:02
A cierta dama que me pidió unos versos
Si acaso un trovador habéis soñado
blondo, sentimental y zalamero,
la capa recogida en el acero
y a la cintura el bandolín dorado,
ese tal no soy yo, vate cansado
a quien el mismo Abril parece Enero,
canto ya con permiso del casero
y dejo estar las flores en el prado.
Si alguna vez al cielo me remonto,
nunca de mis esfuerzos hago alarde,
prefiriendo ser tímido a ser tonto;
y con esto, señora, Dios os guarde,
que o yo me he muerto demasiado pronto,
¡o vos nacisteis demasiado tarde!
Si acaso un trovador habéis soñado
blondo, sentimental y zalamero,
la capa recogida en el acero
y a la cintura el bandolín dorado,
ese tal no soy yo, vate cansado
a quien el mismo Abril parece Enero,
canto ya con permiso del casero
y dejo estar las flores en el prado.
Si alguna vez al cielo me remonto,
nunca de mis esfuerzos hago alarde,
prefiriendo ser tímido a ser tonto;
y con esto, señora, Dios os guarde,
que o yo me he muerto demasiado pronto,
¡o vos nacisteis demasiado tarde!