21.08.2010, 13:57
A Nuestra Señora de Pastoriza
Con los pies más abiertos que los ojos,
ridículo disfraz y firme paso,
vienen desde seis leguas, y ocho acaso,
ante su Virgen a rezar de hinojos.
Cuando llegan rendidos y hasta cojos,
su descanso será dormir al raso;
y gracias si un mendrugo y un buen vaso
consiguen reponer sus miembros flojos.
Mas su fe les envidio y su alegría;
gozan de fijo más con su tontuna
que lo que gozo yo con mi ironía.
Adoran una diosa; yo ninguna,
y ni al Prado descalzo bajaría
aun teniendo allí templo la Fortuna.
Con los pies más abiertos que los ojos,
ridículo disfraz y firme paso,
vienen desde seis leguas, y ocho acaso,
ante su Virgen a rezar de hinojos.
Cuando llegan rendidos y hasta cojos,
su descanso será dormir al raso;
y gracias si un mendrugo y un buen vaso
consiguen reponer sus miembros flojos.
Mas su fe les envidio y su alegría;
gozan de fijo más con su tontuna
que lo que gozo yo con mi ironía.
Adoran una diosa; yo ninguna,
y ni al Prado descalzo bajaría
aun teniendo allí templo la Fortuna.