21.08.2010, 13:53
Junto al océano
Tú eres el mar que en mi niñez dichosa
con arrullo tranquilo me adormía;
el mar en que tendió mi fantasía
las juveniles alas de oro y rosa.
De noble inspiración la mente ansiosa
halla en ti cuanto sueña y cuanto ansía,
y al eco de tu grata melodía
uno mi voz que en júbilo reposa.
Si a veces en tus tristes soledades
del mártir al marino das la palma,
y rugiente y feroz la tierra invades,
pronto recobras la perdida calma;
¡Qué nunca en sus deshechas tempestades,
si la llega a perder, recobra el alma!
Tú eres el mar que en mi niñez dichosa
con arrullo tranquilo me adormía;
el mar en que tendió mi fantasía
las juveniles alas de oro y rosa.
De noble inspiración la mente ansiosa
halla en ti cuanto sueña y cuanto ansía,
y al eco de tu grata melodía
uno mi voz que en júbilo reposa.
Si a veces en tus tristes soledades
del mártir al marino das la palma,
y rugiente y feroz la tierra invades,
pronto recobras la perdida calma;
¡Qué nunca en sus deshechas tempestades,
si la llega a perder, recobra el alma!