20.08.2010, 17:48
A los ojos del mundo sal risueña
que él te juzga mimada de la suerte;
en risa loca tu pesar convierte,
de llorar a su vista no eres dueña.
Por el mar de la dicha en vano sueña
rogar tu corazón, libre en él verte;
en su orilla si estás, más sin moverte;
¡nave varada a una robusta peña!
La sociedad es miope; su mirada
fija en ti, y, al mirarte sin enojos,
feliz te cree, y envidia tu fortuna:
Yo, sólo sé que tú lloras callada:
Las lágrimas vertidas por tus ojos,
en mi pecho se filtran una a una.
que él te juzga mimada de la suerte;
en risa loca tu pesar convierte,
de llorar a su vista no eres dueña.
Por el mar de la dicha en vano sueña
rogar tu corazón, libre en él verte;
en su orilla si estás, más sin moverte;
¡nave varada a una robusta peña!
La sociedad es miope; su mirada
fija en ti, y, al mirarte sin enojos,
feliz te cree, y envidia tu fortuna:
Yo, sólo sé que tú lloras callada:
Las lágrimas vertidas por tus ojos,
en mi pecho se filtran una a una.