20.08.2010, 17:39
En la historia
De la historia del mundo en los anales
con claridad comprende la experiencia
que en ellos la Suprema Omnipotencia
indelebles imprime sus señales.
Por un rasero mide a los mortales,
su justicia no tuerce la clemencia;
a su inmutable y eternal presencia
el grande y el pequeño son iguales.
Dios dirigió la honda del pigmeo
que acusara la muerte del gigante,
así abatiendo la soberbia loca.
Dios al César francés, cuyo deseo
fue el mundo sostener, cual otro Atlante,
como a un esclavo encadenó a una roca.
De la historia del mundo en los anales
con claridad comprende la experiencia
que en ellos la Suprema Omnipotencia
indelebles imprime sus señales.
Por un rasero mide a los mortales,
su justicia no tuerce la clemencia;
a su inmutable y eternal presencia
el grande y el pequeño son iguales.
Dios dirigió la honda del pigmeo
que acusara la muerte del gigante,
así abatiendo la soberbia loca.
Dios al César francés, cuyo deseo
fue el mundo sostener, cual otro Atlante,
como a un esclavo encadenó a una roca.