19.08.2010, 10:48
FRANCISCO DE TRILLO Y FIGUEROA.
(1618?-1680)
A UNA ESPERANZA DUDOSA
De anciano roble un tronco mal vestido,
con débiles raíces amarrado
a un duro escollo, a quien el tiempo airado
de una alta roca había dividido.
Yacía en la montaña defendido
más del riesgo a que estaba dedicado
que de amiga segur o de olvidado
rigor, no al infelice concedido.
Doliente asombro del hermoso día
de mi esperanza simulacro era,
y horrendo asilo de aves gemidoras.
¡Oh cuán ingrato el riesgo se desvía
de quien trofeo el precipicio fuera!
¡Oh cuanto muere un triste en breves horas!
(1618?-1680)
A UNA ESPERANZA DUDOSA
De anciano roble un tronco mal vestido,
con débiles raíces amarrado
a un duro escollo, a quien el tiempo airado
de una alta roca había dividido.
Yacía en la montaña defendido
más del riesgo a que estaba dedicado
que de amiga segur o de olvidado
rigor, no al infelice concedido.
Doliente asombro del hermoso día
de mi esperanza simulacro era,
y horrendo asilo de aves gemidoras.
¡Oh cuán ingrato el riesgo se desvía
de quien trofeo el precipicio fuera!
¡Oh cuanto muere un triste en breves horas!