18.08.2010, 20:12
DIEGO DE SILVA Y MENDOZA,
CONDE DE SALINAS
(1564-1630)
Cuantas fueron, serán y son ahora
extremo de hermosura y fundamento,
sólo el serviros de encarecimiento
las honra, perfecciona y las mejora.
De verse muda el alabanza llora;
tiembla de vos el mismo atrevimiento,
donde para el mayor entendimiento
aún no comienza lo que sois, Señora.
Queda lo más que puede encareceros
comparándose a vos encarecido;
menos dice quien más os encarece;
hablar para callar, es ofenderos,
y aunque es hablar haber enmudecido,
¡alábeos el callar que no enmudece!
CONDE DE SALINAS
(1564-1630)
Cuantas fueron, serán y son ahora
extremo de hermosura y fundamento,
sólo el serviros de encarecimiento
las honra, perfecciona y las mejora.
De verse muda el alabanza llora;
tiembla de vos el mismo atrevimiento,
donde para el mayor entendimiento
aún no comienza lo que sois, Señora.
Queda lo más que puede encareceros
comparándose a vos encarecido;
menos dice quien más os encarece;
hablar para callar, es ofenderos,
y aunque es hablar haber enmudecido,
¡alábeos el callar que no enmudece!