12.05.2009, 11:39
HABLA UN AMANTE A UN CIEGO.
Ciego a quien faltan ojos y no llanto,
envidio en tus tinieblas tu sosiego,
estímote feliz viéndote ciego
y de tus ciegas lágrimas me espanto.
¡Oh, si valiesen, si valiesen tanto
estos incendios en que yo me anego,
pues nacen llamas si cenizas riego,
que incendios con mis lágrimas levanto;
con pensión de la vida te fue dada
el alma, y a mi vista aborrecida
con pensión de que viva me es dejada;
tu ceguedad con la razón medida
ya que no sin dolor, queda aliviada,
¡ay del que está con ojos y con vida!
Ciego a quien faltan ojos y no llanto,
envidio en tus tinieblas tu sosiego,
estímote feliz viéndote ciego
y de tus ciegas lágrimas me espanto.
¡Oh, si valiesen, si valiesen tanto
estos incendios en que yo me anego,
pues nacen llamas si cenizas riego,
que incendios con mis lágrimas levanto;
con pensión de la vida te fue dada
el alma, y a mi vista aborrecida
con pensión de que viva me es dejada;
tu ceguedad con la razón medida
ya que no sin dolor, queda aliviada,
¡ay del que está con ojos y con vida!