12.05.2009, 12:31
Ardo en la llama más hermosa y pura
que amante generoso arder pudiera,
y necia envidia, no piedad severa,
tan dulce incendio en mí apagar procura.
¡Oh, cómo vanamente se aventura
quien con violencia y con rigor espera
que un alto fuego en la ceniza muera
mientra un alma a sabor en él se apura!
Si yo entre vagas luces de alba frente
me abraso, y entre blanda nieve y rosa,
es culpa de tu amor no hacer caso:
no es la lumbre del sol más poderosa
y agrada más naciendo en oriente
que cuando se nos muestra en el ocaso.
que amante generoso arder pudiera,
y necia envidia, no piedad severa,
tan dulce incendio en mí apagar procura.
¡Oh, cómo vanamente se aventura
quien con violencia y con rigor espera
que un alto fuego en la ceniza muera
mientra un alma a sabor en él se apura!
Si yo entre vagas luces de alba frente
me abraso, y entre blanda nieve y rosa,
es culpa de tu amor no hacer caso:
no es la lumbre del sol más poderosa
y agrada más naciendo en oriente
que cuando se nos muestra en el ocaso.