12.09.2010, 14:53
¡Pobres, pobres!
Tengo frío, Señor, y acongojado
en vano busco bienhechor abrigo;
tengo sed, y saciarla no consigo,
a la aridez del yermo condenado.
Hambre tengo, y me juzgan deshonrado
si las migajas del festín persigo;
triste lloro, y jamás lloran conmigo
el ahíto, el feliz, el potentado...
Pues soy pobre, Señor, y soy tu imagen,
¿consentirás que, al implorar su ayuda,
el bien me nieguen y tu ley ultrajen?...
En trizas el deber, la fe en añicos,
derrumbado el hogar, la piedad muda,
¡pobres pobres, Señor!... -Y ¡pobres ricos!...
Tengo frío, Señor, y acongojado
en vano busco bienhechor abrigo;
tengo sed, y saciarla no consigo,
a la aridez del yermo condenado.
Hambre tengo, y me juzgan deshonrado
si las migajas del festín persigo;
triste lloro, y jamás lloran conmigo
el ahíto, el feliz, el potentado...
Pues soy pobre, Señor, y soy tu imagen,
¿consentirás que, al implorar su ayuda,
el bien me nieguen y tu ley ultrajen?...
En trizas el deber, la fe en añicos,
derrumbado el hogar, la piedad muda,
¡pobres pobres, Señor!... -Y ¡pobres ricos!...