11.09.2010, 12:57
Soneto
Sobre el tranquilo lago, acciduo el día,
flota impalpable y misteriosa bruma
y, a lo lejos, vaguísima se esfuma,
profundamente azul, la serranía.
Del cielo en la cerúlea lejanía
desfallece la luz. Tiembla la espuma
sobre las ondas de zafir, y abruma
la chimenea gris de la alquería.
Suenan los cantos del labriego; cava
la tarda yunta el surco postrimero.
Los últimos reflejos de luz flava
en el límite brilla del potrero
y, a media voz, la golondrina acaba
su gárrulo trinar, bajo el alero.
Sobre el tranquilo lago, acciduo el día,
flota impalpable y misteriosa bruma
y, a lo lejos, vaguísima se esfuma,
profundamente azul, la serranía.
Del cielo en la cerúlea lejanía
desfallece la luz. Tiembla la espuma
sobre las ondas de zafir, y abruma
la chimenea gris de la alquería.
Suenan los cantos del labriego; cava
la tarda yunta el surco postrimero.
Los últimos reflejos de luz flava
en el límite brilla del potrero
y, a media voz, la golondrina acaba
su gárrulo trinar, bajo el alero.