19.09.2010, 09:46
Morales, Sebastián Alfredo de
Cuba
Marco Bruto
-Eres, noble virtud, un nombre vano-
exclama Bruto al contemplar vencidas
en Filipos sus huestes, que oprimidas
huyendo van del vencedor romano.
Roto yace el pendón republicano,
y las tristes legiones destruidas
van sin gloria a humillarse envilecidas
del fiero Antonio ante el poder tirano.
Al ver de Casio perecer la armada,
venganza estoica de los hados toma;
hunde en su pecho la fulminea espada,
el alma, exangüe por la herida asoma,
y al volar por la esfera dilatada
lleva tras sí la libertad de Roma.
Cuba
Marco Bruto
-Eres, noble virtud, un nombre vano-
exclama Bruto al contemplar vencidas
en Filipos sus huestes, que oprimidas
huyendo van del vencedor romano.
Roto yace el pendón republicano,
y las tristes legiones destruidas
van sin gloria a humillarse envilecidas
del fiero Antonio ante el poder tirano.
Al ver de Casio perecer la armada,
venganza estoica de los hados toma;
hunde en su pecho la fulminea espada,
el alma, exangüe por la herida asoma,
y al volar por la esfera dilatada
lleva tras sí la libertad de Roma.