12.09.2010, 14:54
A una lágrima
Lágrima de mis ojos desprendida,
que, surcando mi rostro dolorido,
a mi espíritu ciego has infundido
la visión de la tierra prometida:
Eres la fe en lo Eterno, la escondida
fuente de la piedad y del olvido...
-El llanto bienhechor por mí vertido
ha fecundado el yermo de mi vida.
Ven a mí, ven a mí, lágrima ardiente,
pues me das la esperanza halagadora
de que hay un Dios que acoge sonriente
al infeliz mortal, que sufre y llora...
-Del último fulgor del sol poniente
nace el primer destello de la aurora.
Lágrima de mis ojos desprendida,
que, surcando mi rostro dolorido,
a mi espíritu ciego has infundido
la visión de la tierra prometida:
Eres la fe en lo Eterno, la escondida
fuente de la piedad y del olvido...
-El llanto bienhechor por mí vertido
ha fecundado el yermo de mi vida.
Ven a mí, ven a mí, lágrima ardiente,
pues me das la esperanza halagadora
de que hay un Dios que acoge sonriente
al infeliz mortal, que sufre y llora...
-Del último fulgor del sol poniente
nace el primer destello de la aurora.