12.09.2010, 10:27
Los conquistadores
Ese, Pizarro: el de la frente erguida.
Ese, Cortés: el del caballo undoso.
Pasa Alvarado en su corcel nervioso;
Valdivia lleva el suyo de la brida.
¿Y ése? ¿Y aquél? En púrpura encendida
envueltos van bregando sin reposo,
a manera del grupo luminoso
de los conquistadores de la vida.
Cuajado en oro el puño del cuchillo,
la coraza, cubierta de fulgores;
pleno de sol, el reluciente casco:
pasando van, con el temblor de un brillo,
cual si fuesen bordados en colores
sobre grandes tapices de Damasco...
Ese, Pizarro: el de la frente erguida.
Ese, Cortés: el del caballo undoso.
Pasa Alvarado en su corcel nervioso;
Valdivia lleva el suyo de la brida.
¿Y ése? ¿Y aquél? En púrpura encendida
envueltos van bregando sin reposo,
a manera del grupo luminoso
de los conquistadores de la vida.
Cuajado en oro el puño del cuchillo,
la coraza, cubierta de fulgores;
pleno de sol, el reluciente casco:
pasando van, con el temblor de un brillo,
cual si fuesen bordados en colores
sobre grandes tapices de Damasco...