11.09.2010, 12:56
El perro
No temas, mi Señor, estoy alerta
mientras tú de la tierra te desligas
y con el sueño tu dolor mitigas,
dejando el alma a la esperanza abierta.
Vendrá la aurora y te diré: «Despierta,
huyeron ya las sombra enemigas.»
«Soy compañero fiel en tus fatigas
y celoso guardián junto a tu puerta.»
Te avisaré del rondador nocturno,
del amigo traidor, del lobo fiero,
que siempre anhela encontrarte inerme.
Y si llega con paso taciturno
la muerte con mi aullido lastimero
también te avisaré... ¡Descansa y duerme!
No temas, mi Señor, estoy alerta
mientras tú de la tierra te desligas
y con el sueño tu dolor mitigas,
dejando el alma a la esperanza abierta.
Vendrá la aurora y te diré: «Despierta,
huyeron ya las sombra enemigas.»
«Soy compañero fiel en tus fatigas
y celoso guardián junto a tu puerta.»
Te avisaré del rondador nocturno,
del amigo traidor, del lobo fiero,
que siempre anhela encontrarte inerme.
Y si llega con paso taciturno
la muerte con mi aullido lastimero
también te avisaré... ¡Descansa y duerme!