11.09.2010, 10:02
Crepúsculo
En el amplio confín la tarde trama,
como una araña, su dorada urdimbre,
y la ola que al mar bota y derrama,
vibra, al romperse, con sonoro timbre.
Brinca el pescado de luciente escama
en la canasta de tejido mimbre,
y en el peñón de bronceada gama,
se abre, en la entraña, la profunda cimbre.
A un lado de la costa, la montaña
se tiende sobre el mar, hosca y huraña,
donde las olas dejan blancas huellas.
Y se apaga la tarde en las profundas
cisternas de tus ojos, donde inundas
la exótica oblación de mis querellas.
En el amplio confín la tarde trama,
como una araña, su dorada urdimbre,
y la ola que al mar bota y derrama,
vibra, al romperse, con sonoro timbre.
Brinca el pescado de luciente escama
en la canasta de tejido mimbre,
y en el peñón de bronceada gama,
se abre, en la entraña, la profunda cimbre.
A un lado de la costa, la montaña
se tiende sobre el mar, hosca y huraña,
donde las olas dejan blancas huellas.
Y se apaga la tarde en las profundas
cisternas de tus ojos, donde inundas
la exótica oblación de mis querellas.