29.08.2010, 12:12
Castaing, Rodolfo
Costa Rica.
Pasionaria
Tú bien sabes que vivo para amarte
con fervor, sin quebrantos ni medida;
tú sabes que, al hacerte mi elegida,
la existencia he querido consagrarte.
Tú sabes que jamás podré olvidarte,
pues lo que bien se quiere, no se olvida
y mientras tenga un hálito de vida,
ese hálito será para adorarte.
Por tu amor yo he luchado con desvelo,
desgarrándome el alma en los abrojos
crecidos a la sombra de ese anhelo;
y cuando, al fin postrándome de hinojos,
para no sucumbir buscaba el cielo,
¡tú me diste dos cielos en tus ojos!
Costa Rica.
Pasionaria
Tú bien sabes que vivo para amarte
con fervor, sin quebrantos ni medida;
tú sabes que, al hacerte mi elegida,
la existencia he querido consagrarte.
Tú sabes que jamás podré olvidarte,
pues lo que bien se quiere, no se olvida
y mientras tenga un hálito de vida,
ese hálito será para adorarte.
Por tu amor yo he luchado con desvelo,
desgarrándome el alma en los abrojos
crecidos a la sombra de ese anhelo;
y cuando, al fin postrándome de hinojos,
para no sucumbir buscaba el cielo,
¡tú me diste dos cielos en tus ojos!