29.08.2010, 08:16
Las diosas
A las señoritas de Agramonte
Cuando en un día de proscripción y duelo
en busca ya de playas extranjeras,
de Cuba abandonasteis las praderas,
el sol de fuego y el brillante cielo;
Sin duda que en amargo desconsuelo
viéndoos partir lloraron sus riberas,
y al deciros adiós en sus palmeras
gimió la brisa del nativo suelo.
Porque si Cuba es concha de los mares,
vosotras sois sus perlas más hermosas;
si Cuba es un jardín entre palmares,
vosotras sois sus flores más preciosas;
y si Amor levantare sus altares,
de esos altares os hiciera diosas.
A las señoritas de Agramonte
Cuando en un día de proscripción y duelo
en busca ya de playas extranjeras,
de Cuba abandonasteis las praderas,
el sol de fuego y el brillante cielo;
Sin duda que en amargo desconsuelo
viéndoos partir lloraron sus riberas,
y al deciros adiós en sus palmeras
gimió la brisa del nativo suelo.
Porque si Cuba es concha de los mares,
vosotras sois sus perlas más hermosas;
si Cuba es un jardín entre palmares,
vosotras sois sus flores más preciosas;
y si Amor levantare sus altares,
de esos altares os hiciera diosas.