27.08.2010, 17:58
Céspedes, Darío
Spanien
Ayala
Cayó el atleta, el numen castellano,
gala del arte y poderosa égida;
y hasta el mortal cruel de su caída
asombraba su aliento sobrehumano.
Luchó sin tregua contra el vulgo vano
serenó el corazón. la frente erguida,
y siempre de la hostil acometida
triunfaba con desprecio soberano.
Ni honores quiso, ni buscó fortuna,
belleza varonil, gigante intento
lanzaron en la escena y la tribuna
la luz de su preclaro entendimiento;
su fin honró la majestad de cuna;
era su majestad la del talento.
Spanien
Ayala
Cayó el atleta, el numen castellano,
gala del arte y poderosa égida;
y hasta el mortal cruel de su caída
asombraba su aliento sobrehumano.
Luchó sin tregua contra el vulgo vano
serenó el corazón. la frente erguida,
y siempre de la hostil acometida
triunfaba con desprecio soberano.
Ni honores quiso, ni buscó fortuna,
belleza varonil, gigante intento
lanzaron en la escena y la tribuna
la luz de su preclaro entendimiento;
su fin honró la majestad de cuna;
era su majestad la del talento.