22.08.2010, 15:22
Don Quijote
Del sublime ideal enamorado,
constante adepto, paladín ferviente,
si, púdico, en amor fue consecuente
en nobles aventuras, esforzado.
Con los grandes, correcto, delicado;
con los chicos, magnífico, indulgente;
tan sabio en el hablar, como prudente;
tan católico viejo, como honrado.
Así aparece la inmortal figura
del hidalgo manchego de Cervantes,
cuyos hechos motejan de locura
los que no los admiran por gigantes;
y no falta algún sandio que asegura
que así los españoles fueron antes.
Del sublime ideal enamorado,
constante adepto, paladín ferviente,
si, púdico, en amor fue consecuente
en nobles aventuras, esforzado.
Con los grandes, correcto, delicado;
con los chicos, magnífico, indulgente;
tan sabio en el hablar, como prudente;
tan católico viejo, como honrado.
Así aparece la inmortal figura
del hidalgo manchego de Cervantes,
cuyos hechos motejan de locura
los que no los admiran por gigantes;
y no falta algún sandio que asegura
que así los españoles fueron antes.