Sonett-Forum

Normale Version: El ángelus
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El ángelus


Salpica, se abre, humea como la carne herida
bajo el fecundo tajo, la palpitante gleba;
al ritmo de la yunta tiembla la corva esteva
y el vientre del terruño se despedaza en vida.


Improba y larga ha sido como nunca la prueba...
La mujer que, afanosa, preparó la comida,
en procura del amo viene como abstraída,
dando al pequeño el tibio dulce licor que nieva.


De pronto, a la campana, todo el valle responde:
la madre de rodillas el casto seno esconde;
detiénese el labriego y se descubre, y arde


su mirada en la súplica de piadosos consejos...
Tórnase al campamento de los bueyes. A lo lejos
el estruendo del río emociona la tarde.