21.08.2010, 14:05
A Portugal
Naciendo humildes y en confín lejano,
copia del bien, oculto y verdadero,
alegran y enriquecen Tajo y Duero
las llanuras del suelo castellano.
Rendidas a su empuje soberano
aumentan cien corrientes su venero,
y como mar tranquilo y placentero
llegan al territorio lusitano.
Lo mismo nuestro amor, nació escondido,
y rompiendo peñascos y maleza
es ya, pese al desdén no merecido,
río que el alma a fecundar empieza
por estas tres corrientes acrecido:
sentimiento, razón, naturaleza.
Naciendo humildes y en confín lejano,
copia del bien, oculto y verdadero,
alegran y enriquecen Tajo y Duero
las llanuras del suelo castellano.
Rendidas a su empuje soberano
aumentan cien corrientes su venero,
y como mar tranquilo y placentero
llegan al territorio lusitano.
Lo mismo nuestro amor, nació escondido,
y rompiendo peñascos y maleza
es ya, pese al desdén no merecido,
río que el alma a fecundar empieza
por estas tres corrientes acrecido:
sentimiento, razón, naturaleza.