21.08.2010, 13:49
En el lago de Thun
¡Dos cielos a la vez! Uno en la altura
que el Eiger y el Jungfrau visten de nieve;
otro sobre el cristal que apenas mueve
la brisa que en los álamos murmura.
Del recio torreón la mole oscura
que de los siglos a triunfar se atreve,
y el Alpe allí, donde se forja aleve
la tempestad que asorda la llanura.
Más cerca, y dominando el valle ameno,
cerrado espacio que en mortal reposa,
de luz, y flores, y cipreses lleno...
Región no existe como tú dichosa:
para soñar ¡qué lago tan sereno!
para dormir ¡qué tumba tan hermosa!
¡Dos cielos a la vez! Uno en la altura
que el Eiger y el Jungfrau visten de nieve;
otro sobre el cristal que apenas mueve
la brisa que en los álamos murmura.
Del recio torreón la mole oscura
que de los siglos a triunfar se atreve,
y el Alpe allí, donde se forja aleve
la tempestad que asorda la llanura.
Más cerca, y dominando el valle ameno,
cerrado espacio que en mortal reposa,
de luz, y flores, y cipreses lleno...
Región no existe como tú dichosa:
para soñar ¡qué lago tan sereno!
para dormir ¡qué tumba tan hermosa!