20.08.2010, 17:49
Al Conde de Cavour
Una gran esperanza con su aliento
tu laboriosa vida embellecía,
luz poderosa que en tu mente ardía,
alumbrando el gigante pensamiento.
De esa luz al lejano oscilamiento
tu mirada de águila veía
que Italia, como ayer, se engrandecía
imprimiéndola tú, tu movimiento.
¡Quién pudiera pensar que tú tuvieras
por contrarias la muerte y la fortuna,
aliadas contra ti viles y arteras,
abriéndote las dos tumba importuna!
Toda la Italia, toda, si vivieras
sería hoy libre, independiente y una.
Una gran esperanza con su aliento
tu laboriosa vida embellecía,
luz poderosa que en tu mente ardía,
alumbrando el gigante pensamiento.
De esa luz al lejano oscilamiento
tu mirada de águila veía
que Italia, como ayer, se engrandecía
imprimiéndola tú, tu movimiento.
¡Quién pudiera pensar que tú tuvieras
por contrarias la muerte y la fortuna,
aliadas contra ti viles y arteras,
abriéndote las dos tumba importuna!
Toda la Italia, toda, si vivieras
sería hoy libre, independiente y una.