19.08.2010, 16:23
La hija del poeta
Como, en verano, inútil el rocío
truécase en nube que disipa el viento;
así del noble vate el sentimiento
espiraba sin eco en el vacío.
Y cual la nube en lluvia y ésta en río
trueca de abril el generoso aliento,
tal, realizado en celestial portento,
miró el cantor su vago desvarío.
Tú, gentil Isabel, tierna y piadosa,
tú del paterno amor, tú de su alma,
de sus dolores tú fuiste nacida:
y eres amor en que su fe reposa,
dulce tristeza que las suyas calma,
numen del arte, ensueño de su vida.
Como, en verano, inútil el rocío
truécase en nube que disipa el viento;
así del noble vate el sentimiento
espiraba sin eco en el vacío.
Y cual la nube en lluvia y ésta en río
trueca de abril el generoso aliento,
tal, realizado en celestial portento,
miró el cantor su vago desvarío.
Tú, gentil Isabel, tierna y piadosa,
tú del paterno amor, tú de su alma,
de sus dolores tú fuiste nacida:
y eres amor en que su fe reposa,
dulce tristeza que las suyas calma,
numen del arte, ensueño de su vida.