19.08.2010, 15:20
LUIS DE ULLOA Y PEREIRA.
(1584-1674)
A LA MUERTE DEL REY DE SUECIA
Aquel soberbio intento en que se viera
si no feliz, constante la osadía;
el que asombro del orbe parecía,
el que esperaban que castigo fuera,
despareció veloz como la esfera
que forma el agua de la lluvia fría,
o cual despide al fallecer el día
fingida estrella la región primera;
y en su fin, de la pólvora la llama
que con lo breve y material del daño
envuelve los ejemplos que eterniza,
dio fuego a lo mentido de la fama,
calor a la razón, luz al engaño,
humo a la envidia, a la ambición ceniza.
(1584-1674)
A LA MUERTE DEL REY DE SUECIA
Aquel soberbio intento en que se viera
si no feliz, constante la osadía;
el que asombro del orbe parecía,
el que esperaban que castigo fuera,
despareció veloz como la esfera
que forma el agua de la lluvia fría,
o cual despide al fallecer el día
fingida estrella la región primera;
y en su fin, de la pólvora la llama
que con lo breve y material del daño
envuelve los ejemplos que eterniza,
dio fuego a lo mentido de la fama,
calor a la razón, luz al engaño,
humo a la envidia, a la ambición ceniza.